El hambre es el plato de cada día para muchas familias del Corredor Seco Centroamericano. Las extremas sequías que le dan su nombre a esta región, las lluvias e inundaciones causadas por tormentas y huracanes en 2020, y el impacto de la pandemia de covid-19 y de las medidas tomadas para la contención de su contagio, hacen de este un menú común en 2021.
Este documento expone los resultados de un estudio realizado en cuatro de los países que conforman el Corredor Seco: Guatemala, El Salvador, Honduras y Nicaragua. A través de encuestas a más de 3.800 familias, el Consorcio de Organizaciones Humanitarias midió el estado de seguridad alimentaria y nutricional del sector, basado en indicadores reconocidos internacionalmente. El análisis pone en relieve, además, a grupos vulnerables como mujeres y familias pertenecientes a pueblos indígenas.