La financiación para la lucha contra el cambio climático sume en la incertidumbre a los países pobres

Publicado: 11th Noviembre 2013

Los países pobres continúan sin saber con qué fondos contarán para hacer frente al cambio climático como consecuencia de una contabilización poco clara y la falta de transparencia por parte de los países ricos, según afirma Oxfam.

La organización internacional ha analizado cuánto dinero se han comprometido a aportar los principales países contribuyentes para la lucha contra el cambio climático entre 2013 (final del periodo de financiación inmediata) y 2015.

Hoy dan comienzo en Polonia las negociaciones sobre cambio climático de Naciones Unidas y la financiación de la lucha contra el cambio climático es una de las principales cuestiones del orden del día.

"Los países ricos deben aclarar a los países pobres con que fondos podrán contar ahora y en los próximos años para ayudarles a adaptarse al cambio climático y reducir sus emisiones", afirma la portavoz sobre cuestiones climáticas de Oxfam, Kelly Dent. "La incertidumbre de un año a otro hace imposible que los países vulnerables emprendan las acciones necesarias para proteger a sus ciudadanos y ciudadanas. Esta ambigüedad sólo hará que aumente la desconfianza durante las negociaciones".

Oxfam ha determinado que:

  • 24 países desarrollados aún no han confirmado los fondos que destinarán este año a la lucha contra el cambio climático. Para 2014 la situación puede ser incluso peor ya que los países que juntos aportaron el 81% de los fondos para financiación inmediata aún no han anunciado ninguna cifra. Tan sólo un país, Reino Unido, ha informado de sus planes de financiación de la lucha contra el cambio climático en 2015.
  • Oxfam calcula que el total de fondos que los países desarrollados afirman haber destinado este año 2013 a la lucha contra el cambio climático ascienden a 16.300 millones de dólares. Sin embargo, las asignaciones presupuestarias netas reales pueden ser más cercanas a los 7.600 millones de dólares ya que algunos países han contabilizado préstamos que les serán devueltos. Tan sólo 8.300 millones han sido anunciados formalmente en el marco de las negociaciones sobre el cambio climático de Naciones Unidas y aún quedan muchas incógnitas por resolver en torno al resto, especialmente debido a que, ahora, los países incluyen contribuciones no contabilizadas durante el periodo de financiación inmediata.
  • Tanto 7.600 millones como 16.300 millones de dólares están muy por debajo de la cantidad mínima estimada de lo que costará a los países en desarrollo adaptarse al cambio climático (coste que oscila entre los 27.000 y los 100.000 millones de dólares). En contraste, entre 2005 y 2011, los países desarrollados destinaron entre 55.000 y 90.000 millones de dólares al año a subvenciones para combustibles fósiles; Países Bajos destina cada año 1.000 millones de euros a proteger de las inundaciones sus áreas de tierra bajas; Australia destinará 12.000 millones de dólares hasta 2018 a medidas de adaptación domésticas relacionadas con el estrés hídrico.
  • Resulta imposible comparar los compromisos de este año con los de años precedentes debido a que los métodos de contabilización son tremendamente complejos y opacos. Sin embargo, para la mayoría de países, los niveles de financiación parecen haberse estancado (por ejemplo, en el caso de Países Bajos) o disminuido (por ejemplo, en el caso de Suecia).
  • En lugar de haber más fondos adicionales para la lucha contra el cambio climático, gran parte de los fondos contabilizados proceden de los presupuestos de ayuda oficial al desarrollo y de la ayuda relacionada con cuestiones climáticas.

Tan sólo Estados Unidos, la Unión Europea, Japón y Nueva Zelanda se adhirieron al acuerdo alcanzado el año pasado para explicar cómo incrementarán su financiación hasta alcanzar el compromiso de destinar 100.000 millones de dólares al año para el 2020. Sin embargo, sus planes plantean más preguntas de las que contestan y no garantizan que los 100.000 millones de dólares se materialicen nunca.

Dent afirma: "Los países ricos están protegiendo sus propios intereses mientras continúan invirtiendo importantes cantidades en energías contaminantes que alimentan el cambio climático”.

Es esencial lograr una mayor transparencia y rendición de cuentas, así como un plan en el que se establezca cómo los países incrementarán la financiación. No se puede permitir que los países ricos dejen de lado, otra vez, esta cuestión de vital importancia. Si lo hacen, sólo provocará que haya más personas hambrientas, más daños causados por las emisiones y una mayor pérdida de confianza que podría dar al traste con las esperanzas de alcanzar un acuerdo global contra el cambio climático en 2015".

La incertidumbre de un año a otro hace imposible que los países vulnerables emprendan las acciones necesarias.
Kelly Dent
Portavoz sobre cuestiones climáticas de Oxfam

Notas para editores

Notas para los editores:

  • La información proporcionada en la nota informativa de Oxfam After the Fast Start: Climate finance in 2013 and beyond (sólo disponible en inglés) hace referencia a los países en desarrollo que anunciaron sus compromisos en Doha o a los principales países proveedores de financiación inmediata entre 2010 y 2012.
  • Las cifras proporcionadas están basadas en la información conocida hasta el momento de la publicación. 

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