“Hay voluntad de diálogo, pero también hay que reconocer que existen fallas en los procesos institucionales, como las Mesas de Diálogo y de Desarrollo que promueve el Estado. Por lo que urge tomar lecciones de las experiencias implementadas...”
La zona sur andina del Perú concentra hoy más del 65% de las inversiones mineras y según información de la Defensoría del Pueblo, en esta zona, se registran más del 36% de conflictos sociales.
¿Qué hacer para prevenir los conflictos sociales en esta zona dónde la presencia de la actividad minera se ha consolidado?
Una manera de hacerlo es recuperando las lecciones que nos dejan las Mesas de Diálogo y de Desarrollo que ha promovido el Estado como respuesta a las demandas sociales, expresada en conflictos, y que buscan crear un clima de confianza para alcanzar acuerdos y las entidades responsables cumplan los compromisos.
Parte de estas lecciones fueron presentadas en Cusco durante el foro “Aportes a la política Nacional, Diálogo y Consenso en zonas mineras” donde se hizo un análisis de los procesos de diálogo realizados en zonas que conviven con la actividad minera como Espinar, Chumbivilcas y Paruro en Cusco y en la provincia de Cotabambas, Apurímac.
Para Miguel Lévano de Oxfam en Perú, es preocupante que sólo en la zona sur andina se hayan registrado 30 muertos en los últimos años por la conflictividad socioambiental. “Hemos visto incrementarse los conflictos socioambientales en el país, pasando de tener un solo caso en el 2004 a 142 casos en agosto del 2015 como consecuencia de la actividad minera. Sin duda, hay voluntad de diálogo, pero también hay que reconocer que existen fallas en los procesos institucionales, como las Mesas de Diálogo y de Desarrollo que promueve el Estado. Por lo que urge tomar lecciones de las experiencias implementadas y se realicen cambios en las políticas, en los procedimiento y en las prácticas”, explicó.
Con el fin de aportar a mejorar estos procesos de diálogo, César Flores de CooperAcción compartió una serie de recomendaciones, para favorecer el diálogo y el desarrollo en estas mesas, entre ellas:
- Reconocer que la conflictividad es inherente en las actividades extractivas
- Construir mecanismos para desarrollo local de largo plazo.
- Los organismos de gobierno no deben limitarse a canalizar inversiones.
- Asegurar una negociación tripartita: sociedad local- empresa minera- Estado
- Contar con etapa de preparación previa a la mesa y contar con información objetiva y completa.
- Tener una política relaciones comunitarias transparente.
- Las mesas deben ser espacios de coordinación intergubernamental permanente.
- Los proyectos que se definan en las mesas deben estar asociados a los planes de desarrollo concertado.
- Contar con estrategias de comunicación y difusión que permitan transparentar, conocer, informar y participar del proceso.
- Trabajar en relación a acciones de urgencia y planeamientos de largo plazo.
- Intervenciones acompañadas de fondos de contingencia.
El foro realizado en Cusco también fue una oportunidad para presentar a la nueva Federación Interprovincial de Defensa Territorial y Ambiental de Cotabambas, Chumbivilcas, Espinar y Paruro, presidido por Oscar Huisa. Esta federación busca promover una participación más activa y articulada de las comunidades y organizaciones campesinas que viven en la zona de influencia de la actividad minera con el fin de hacer respetar sus derechos individuales y colectivos, a un ambiente sano, a la salud, a la inversión y a mejorar el diálogo con las empresas mineras y el Estado, avanzando en una relación de convivencia pacífica que evite las consecuencias negativas de los conflictos socioambientales.