El principio fundamental de este programa es que las mujeres deben ser gestoras y actoras de sus propios cambios. Por ello, ponemos énfasis en el trabajo a favor del ejercicio real de la ciudadanía de las mujeres, el trabajo digno y el empoderamiento económico como derechos fundamentales de las mujeres.
Consideramos que el ejercicio de liderazgo de las mujeres es la estrategia privilegiada para avanzar en la justicia de género: creemos que más mujeres, más organizadas y con más capacidad para exigir el cumplimiento de sus derechos construyen sociedades más justas.
A través de este programa apoyamos los esfuerzos de las mujeres en su búsqueda para ocupar su lugar en la sociedad, promovemos su participación activa y propositiva en los espacios de coordinación y toma de decisiones con el objetivo de que las políticas recojan sus necesidades e intereses individuales y colectivos. Además apoyamos a la construcción de una agenda concertada para la implementación de acciones que incorporen a las mujeres y a los hombres en la prevención de la violencia.