La sed europea de biocombustibles augura más hambre, mientras los precios de los alimentos se disparan

Publicado: 17th Septiembre 2012

Oxfam ha revelado hoy, coincidiendo con la reunión de los ministros europeos de Energía, que la tierra utilizada para producir biocombustibles para llenar los depósitos de los vehículos europeos durante un año podría producir maíz y trigo suficiente para alimentar a 127 millones de personas.

La organización internacional hace un llamamiento a la Unión Europea a replantearse su peligroso romance con los biocombustibles ante el gran riesgo que corren las personas más pobres del mundo de padecer hambre debido al desorbitado aumento de los precios de los alimentos.

En un nuevo informe de la campaña CRECE, Las semillas del hambre, Oxfam advierte de que la creciente avidez de Europa por los biocombustibles está provocando un aumento de los precios de los alimentos a nivel internacional, obligando a muchas personas a abandonar sus tierras e incrementando, en consecuencia, los niveles de hambre y desnutrición en los países pobres.

En Europa, en el año 2020, los mandatos de biocombustibles podrían llegar a costar a cada persona adulta 30 euros al año. En 2008, en la UE se destinaron aproximadamente 3.000 millones de euros a proporcionar exenciones fiscales e incentivos a la producción de biocombustibles, cantidad comparable al controvertido rescate de Grecia el pasado mes de febrero.

“Privan a millones de personas de alimentos, tierra y agua”

La publicación de este informe coincide con la reunión de los ministros europeos de Energía en Chipre para debatir la estrategia europea sobre energía renovable posterior al 2020. De acuerdo con la legislación europea actual, para el año 2020, el 10% de la energía para el transporte deberá provenir de fuentes renovables, y se prevé que la mayor parte proceda de biocombustibles elaborados a partir de cultivos alimentarios.

“Europa ha contribuido a desatar una ‘fiebre’ mundial por los biocumbustibles que está obligando a muchas familias pobres a abandonar sus hogares, mientras las grandes empresas acumulan beneficios. El objetivo de los biocombustibles era hacer el transporte más ecológico, pero resulta que los gobiernos europeos están malgastando el dinero de los consumidores a la vez que privan a millones de personas de alimentos, tierra y agua", señala Natalia Alonso, directora de la oficina de Oxfam ante la UE.

“La actual escalada de los precios de los alimentos a nivel internacional es una clara señal de alarma que los ministros europeos de Energía deberían atender. Es muy sencillo: A menos que los gobiernos europeos eliminen los mandatos de biocombustibles, que se prevé dupliquen el consumo de biocarburantes en los próximos años, muchas más personas se verán sumidas en la pobreza", añade Alonso.

Existen alternativas

Este verano, los precios del maíz y de la soja alcanzaron máximos históricos, perjudicando gravemente a las personas pobres, quienes destinan hasta un 75% de sus ingresos a la compra de alimentos. Para el año 2020, sólo los mandatos de biocombustibles podrían provocar un aumento de hasta un 36% de los precios de algunos alimentos. Este incremento nos afectaría a todos pero tendría efectos especialmente perjudiciales para las más pobres, quienes ya tienen problemas incluso para comprar los alimentos que necesitan para sobrevivir.

Dado que el 80% del biocombustible europeo es biodiesel (elaborado principalmente a partir de la colza, la soja y el aceite de palma), los mandatos europeos tienen un especial impacto en los precios del aceite vegetal y las semillas oleaginosas a nivel mundial. Esto hace aumentar el precio de venta al público del aceite para cocinar tanto en los países importadores (como Haití) como en los exportadores (como Indonesia, principal proveedor de biodiesel de la UE). Para el año 2020, Europa podría necesitar una quinta parte de todo el aceite vegetal producido a nivel mundial para satisfacer su demanda de combustible.

"Las políticas europeas sobre biocombustibles están agravando el cambio climático en lugar de mitigarlo y son las personas pobres quienes pagan el precio más alto. Pero existen alternativas: lograr que los gobiernos establezcan estándares de eficiencia mínima para los fabricantes de vehículos, crear sistemas de transporte mejores y potenciar el uso de vehículos eléctricos", afirma Alonso.

Más información

Descargate el informe: Las semillas del hambre:La lucha ya ha comenzado. Es hora de eliminar los mandatos de biocombustibles de la UE

La campaña CRECE de Oxfam

Europa ha contribuido a desatar una ‘fiebre’ mundial por los biocumbustibles que está obligando a muchas familias pobres a abandonar sus hogares, mientras las grandes empresas acumulan beneficios.
Natalia Alonso
Directora de la oficina de Oxfam ante la UE

Notas para editores

Imágenes y gráficos

Recomendaciones políticas

Oxfam hace un llamamiento a los gobiernos europeos a eliminar los mandatos de biocombustibles de forma inmediata.

Técnicamente, y para no contravenir la legislación europea, esto significa que es necesario eliminar, también, el objetivo del 10% de energía renovable para el transporte en la próxima revisión de los objetivos en 2014. Actualmente, los gobiernos europeos debaten los objetivos en materia de energía renovable para el año 2030 y es, por tanto, crucial que no establezcan un nuevo objetivo de energía renovable para el transporte ya que es probable que éste sólo pueda alcanzarse utilizando casi exclusivamente biocombustibles.

Los ministros europeos de Energía debatirán hoy la estrategia para 2030, propuesta por la Comisión Europea (Energías renovables: principales protagonistas en el mercado europeo de la energía).

Lee la reacción de Oxfam al proyecto de propuesta de la Comisión Europea, filtrado a la prensa el pasado 11 de septiembre, para establecer un tope del 5% en el uso de los biocombustibles producidos a partir de cultivos para el año 2020.

Hechos y cifras clave

  • Si la tierra utilizada en 2008 para producir biocombustibles para la UE hubiera sido utilizada para producir trigo y maíz, las cosechas podrían haber alimentado a 127 millones de personas durante todo el año. En 2008, los biocombustibles representaban el 3.5% del carburante utilizado en transporte en la UE. (Fuente: ver informe: página 16 y anexo).
  • En julio, los precios del maíz y la soja alcanzaron niveles sin precedentes (Banco Mundial) y los precios de los cereales y el aceite continuaron en máximos durante el mes de agosto (FAO).
  • Las estimaciones basadas en los actuales planes para la obtención de biocombustibles sugieren que, para el año 2020, los mandatos europeos de biocombustibles podría suponer a cada persona adulta un coste anual de 30 euros. Así, para el año 2020, está política podría suponer un coste adicional para los consumidores británicos de entre 1.000 y 1.900 millones de libras esterlinas al año (aproximadamente 35 libras por cada persona adulta), y de entre 1.370 y 2.150 millones de euros para los consumidores alemanes (hasta 30 euros por cada persona adulta) (source).
  • En el año 2020, sólo las políticas europeas sobre biocombustibles podrían ser responsables de un aumento de los precios del aceite vegetal de hasta un 36%, del maíz de hasta un 22%, del azúcar de hasta un 21%, de las semillas oleaginosas de hasta un 20% y del trigo de hasta un 13 % (source).
  • Las estimaciones sobre las consecuencias de alcanzar, para el año 2020, el objetivo del 10% de energía renovable para el transporte indican que Europa podría necesitar una quinta parte de todo el aceite vegetal producido a nivel mundial para satisfacer su demanda de combustible (source).
  • Un estudio de Oxfam sobre Filipinas muestra que la tierra adquirida en 2010 para la producción de biocombustibles podría haber sido utilizada para producir hasta 2,4 millones de toneladas de arroz, suficiente para que el país fuese autosuficiente en la producción de arroz.
  • Pruebas recogidas recientemente indican que dos tercios de las grandes transacciones de tierra realizadas en los últimos diez años se destinaron a la plantación de cultivos para la producción de biocombustibles como la soja, la caña de azúcar, el aceite de palma o la jatropha (source).
  • En 2008, cuando los biocombustibles representaban un 3.5% del combustible para el transporte en la UE, un estudio encargado por la Comisión Europea estimó que para satisfacer dicha demanda eran necesarios 70.000km2 de tierra de cultivo (source). una superficie similar a la de Bélgica y Países Bajos juntos. Debido a la escasa e inexacta información disponible, se estimaba que casi la mitad de dicha área estaba fuera de la UE.
  • Algunos biocombustibles aceleran el cambio climático debido al cambio indirecto del uso de la tierra (ILUC, por sus siglas en inglés). Cuando los depósitos naturales de carbón, como los bosques y las turberas, son convertidos en tierras de cultivo, se liberan millones de toneladas de gases de efecto invernadero. Más, incluso, que las producidas por el diésel fósil. Arar los sumideros de carbono para satisfacer los mandatos europeos de biocombustibles podría ser tan negativo para el medio ambiente como poner 26 millones de vehículos más en las carreteras europeas (source).

Ejemplos

La vertiginosa ‘fiebre’ por la tierra para el cultivo de alimentos y la producción de biocombustibles significa que más personas pobres corren el riesgo de perder sus hogares y el acceso a la tierra para poder cultivar alimentos suficientes para comer o ganarse la vida, a menudo sin ser consultadas o recibir compensación alguna.

  • Ghana: En una plantación de jatropha para la producción de biodiesel, 69 familias fueron desalojadas de sus tierras sin haber sido consultadas y sin recibir compensación alguna. De acuerdo con los planes de desarrollo de la plantación, 1.500 familias más corren el peligro de perder sus tierras . Aunque en Ghana el sector de los biocombustibles está en ciernes, es probable que la mayor parte de los cultivos destinados a la producción de biocombustibles sea exportada a la UE para la producción de biodiesel.
  • Paraguay: Cada año, 9.000 familias son desalojadas como consecuencia de la producción de soja y casi 500.000 hectáreas de tierra son reconvertidas para el cultivo de soja. Para las 44 familias que viven junto a las enormes plantaciones de soja en el Lote 8 (al este de Paraguay), desarrollar actividades agrícolas se ha convertido en una tarea imposible. El agua es cada vez más escasa debido a que los recursos locales son utilizados para regar las plantaciones. A medida que la capa freática desciende, la comunidad debe cavar el doble de profundo para alcanzar el agua potable. Ahora tan sólo encuentran agua potable a 20 metros bajo tierra cuando, antes de que llegaran las plantaciones, la encontraban a unos diez metros. Más de la mitad de la soja cultivada en Paraguay se exporta a Argentina para producir biodiesel (o bien en Argentina o en Europa) para llenar los depósitos de vehículos europeos.
  • Indonesia: Un número reducido de empresas y élites locales se están beneficiando de las enormes plantaciones de palma aceitera mientras las pequeñas familias agricultoras y las personas que viven en la pobreza salen perdiendo. La forma en la que se cultiva la palma aceitera ha provocado una mayor contaminación del aire y del agua, la erosión del suelo e inundaciones. Los abusos de los derechos humanos, los incumplimientos de contratos por parte de los inversores y la destrucción de los recursos medioambientales asociados a la expansión de las plantaciones de palma aceitera han llevado el conflicto a este país, uno de los principales proveedores de biodiesel de la UE.

La campaña CRECE de Oxfam hace un llamamiento mundial a la acción para arreglar un sistema alimentario que no funciona en el que 925 millones de personas se acuestan cada noche con hambre. Esta situación podría empeorar a causa del uso excesivo de recursos naturales como la tierra, el avance del cambio climático y el aumento de la volatilidad de los precios de los alimentos.

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