Oxfam critica la tendencia a proporcionar ayuda humanitaria para conseguir objetivos militares y políticos

Publicado: 10th Febrero 2011

La agencia hace un llamamiento a los países donantes para que basen su ayuda en salvar vidas y no en beneficios políticos y militares a corto plazo

Los gobiernos donantes están destinando proporcionalmente más ayuda humanitaria a los países donde tienen intereses políticos y militares que a otros lugares con importantes necesidades derivadas de grandes crisis humanitarias, según se desprende del informe "¿De quién es esta ayuda? Ayuda politizada en crisis y conflictos" publicado hoy por Oxfam.

Oxfam señala que miles de millones de dólares que podrían haber transformado las vidas de personas en los países más empobrecidos del mundo se han gastado en proyectos de ayuda insostenibles, caros y, en ocasiones, peligrosos. Lo cual refleja la tendencia de los gobiernos donantes internacionales a destinar ayuda humanitaria para lograr objetivos a corto plazo en términos de seguridad y política.

Desde 2001, se ha producido un incremento de la ayuda destinado a ganarse “los corazones y las mentes” en los conflictos. Desafortunadamente, esta ayuda es, a menudo, pobre e inefectiva y, en ocasiones, ha provocado que tanto los beneficiarios cómo los trabajadores humanitarios se conviertan en el objetivo de los ataques. Este tipo de ayuda normalmente no llega a los más necesitados y desdibuja peligrosamente la línea entre la actividad civil y la militar.

El informe señala que mientras la ayuda aumentó hasta alcanzar los compromisos de los países ricos donantes entre 2001 y 2008, más del 40% de esta ayuda se destinó a dos países: Afganistán e Irak. El resto, según Oxfam, fue repartido entre otros 150 países empobrecidos.

Con los presupuestos nacionales revisándose y con más población que nunca necesitada de ayuda humanitaria, Oxfam señala que es necesario un nuevo enfoque en este campo para maximizar el impacto de la ayuda, un enfoque basado en objetivos a largo plazo más que en intereses políticos y militares a corto término.

“Estamos siendo testigos de una tendencia preocupante en la que los gobiernos donantes están usando la ayuda para alcanzar de manera rápida objetivos políticos en lugar de ver la fotografía general y resolver las causas principales de la pobreza”, ha señalado el autor del informe Mike Lewis.

“La ayuda efectiva salva vidas, reduce la pobreza, construye sistemas de salud y de educación y refuerza las economías de los países más pobres. La ayuda directa y a corto plazo basada en objetivos militares y políticos no llega a la población más pobre y es incapaz de garantizar la seguridad en estados frágiles y esto afecta a los donantes”, señala el autor. 

El informe dice que en 2010, 225 cooperantes fueron asesinados, heridos o secuestrados en ataques violentos, frente a los 85 casos de 2002. En parte, esto refleja el gran numero de cooperantes trabajando en lugares violentos pero las estadísticas indican que eso también es debido al resultado de ataques por motivos políticos. La neutralidad de los cooperantes esta comprometida si la población local ve la ayuda como una herramienta de los militares.

“Proyectos concebidos de manera pobre tienden a alienar precisamente a aquella gente cuyos corazones y mentes se quieren ganar. Y confundir el rol entre los cooperantes y los militares puede convertir a los trabajadores de las agencias de ayuda humanitaria y, lo mas importante, a las comunidades donde éstos trabajan en objetivos”, afirma Lewis.

“La ayuda solo ganará los corazones y las mentes cuando esta vaya más allá de los esfuerzos militares y se aspire a reducir la pobreza y el sufrimiento antes que alcanzar los objetivos a corto plazo en términos de seguridad para los países donantes”, dice Lewis.

En Afganistán, Estados Unidos y otras naciones pertenecientes a la OTAN han gastado miles de millones de euros en caros e insostenibles proyectos de rápido impacto encaminados a ganarse el apoyo local, pero son percibidos por muchos afganos como la causa de que se encuentren entre los objetivos de los talibanes.

El entrenamiento de la OTAN a las tropas afganas sigue manteniendo las recompenses en forma de ayuda humanitaria para quien ofrezca información, incluso después de que la propia OTAN hubiera rechazado oficialmente estas prácticas en 2004 y acordase normas en contra de ella. 

La politización y la militarización de la ayuda han hecho que en algunos lugares sea más difícil para las organizaciones humanitarias proveer ayuda a quien lo necesita. Según el informe, en Somalia, la asistencia humanitaria por parte de Estados Unidos, la única fuente de ayuda en Somalia, se redujo ocho veces entre 2008 y 2010. Este decremento se produjo después de que el Gobierno estadounidense calificara como terroristas a varios grupos armados que controlaban la mayoría de las zonas central y sur de Somalia. Además, dejó de financiar ayudas a las organizaciones que no podían asegurar que dichas ayudas no iban a parar a manos de estos grupos.

El informe señala que algunos donantes están incrementando también la ayuda humanitaria cuando se responde a grandes emergencia. Oxfam reconoce que los militares pueden jugar un papel crucial en los días que siguen a una crisis humanitaria, particularmente en lo concerniente a la provisión de transporte y a la creación de un entorno seguro; pero remarca que las agencias de ayuda están mejor posicionadas para la provisión directa de alimento, cuidados médicos y apoyo a los medios de vida para aquellos que han sido damnificados por un desastre.

Evaluaciones desde la respuesta humanitaria de la crisis de los refugiados ruandeses en 1994 al tsunami del océano índico sugieren que optar por la vía militar encarece ocho veces la provisión de servicios básicos si se compara con las alternativas civiles.

Más información

Informe:  ¿De quién es esta ayuda? Ayuda politizada en crisis y conflictos

Temas de trabajo : La efectividad de la ayuda

La ayuda efectiva salva vidas, reduce la pobreza, construye sistemas de salud y de educación y refuerza las economías de los países más pobres.
Mike Lewis
Autor del informe

Notas para editores

  • Desde 2001, la población de la República Democrática del Congo ha recibido de Estados Unidos 10 dólares al año por habitante en asistencia humanitaria, mientras que Irak, un país mucho mejor económicamente, ha llegado a recibir en determinados años más de doce veces esa cantidad.
  • Desde 2009, Canadá se ha comprometido a gastar el 80% de su ayuda bilateral en 20 países foco, según las prioridades en su política exterior. Esto incluye Afganistán, donde las tropas de Canadá están presentes, y Colombia con quien Canadá ha firmado un acuerdo de libre comercio. Mientras tanto, a siete países del África subsahariana se les ha reducido la ayuda.
  • En Francia, el envío de ayuda ha ido destinado desde hace tiempo hacia los países africanos de habla francesa, y se ha basado en una mezcla de interés estratégico y vínculos históricos. Aunque ahora también se basa en las necesidades del país, los receptores de ayuda francesa todavía están expresamente seleccionados de acuerdo con criterios de interés, como la importancia para la seguridad nacional francesa y las prioridades de lucha contra el terrorismo.
  • Entre 2007 y 2009 más de la mitad de la ayuda de Australia a Afganistán se canalizó a través del Departamento de Defensa, organismo que no está obligado a informar o evaluar el impacto de sus proyectos de ayuda.
  • De manera más positiva, en 2010 alrededor del 17% de los 2.000 millones de dólares del presupuesto de ayuda humanitaria de ECHO se destinó a doce crisis olvidadas fuera de los medios y del primer plano político: desde los miles de desplazados por los combates en la República Centroafricana, a los refugiados saharauis en Argelia.
  • La Operación Hispaniola llevada a cabo por las fuerzas militares españolas proporcionó con 18,2 millones de euros asistencia sanitaria a 7.568 haitianos, vacunó a 21.274 personas, retiró 8.000 metros cúbicos de escombros y distribuyó  600.000 litros de agua potable. En comparación, con sólo un millón de euros, Intermón Oxfam (Oxfam en España) prestó asistencia a 20.810 beneficiarios, construyó 5.800 letrinas, distribuyó kits de higiene a casi 9.000 personas y proporcionó material para construir refugios básicos a cerca de 4.000.

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