Fotos: Flor Ruiz / Oxfam
Texto: Cecilia Niezen / Oxfam
16 de mayo 2017
Tumán, distrito azucarero, ubicado a 19 kilómetros de Chiclayo, reporta hasta el momento 742 casos confirmados de Dengue, aunque extraoficialmente la cifra puede ser el doble. Las estadísticas solo muestran los resultados de la población considerada vulnerable: menores de 2 años, mayores de 60 años, mujeres embarazadas.
En las instalaciones del coliseo "Benjamín Zapata", de este distrito de aproximadamente 35000 personas, hace un mes se ha instalado un hospital de campaña para controlar el rebrote de dengue producto del fenómeno Niño Costero. La cancha de futbol de cemento de este lugar alberga hoy carpas que tienen unas 20 camillas y un centro de diagnóstico. En los últimos días dos personas perdieron la vida en este sitio.
Carmen, la madre de una niña de 12 años que se encuentra bajo un mosquitero en este hospital de campaña, nos cuenta que a su hija le darán de alta (el mismo día que llegó). Le han dado paracetamol y le han recomendado unos rehidratantes caros. “No me alcanza”, dice. Y expresa su temor: “me llevo a mi hija a la casa pero tengo miedo que su salud empeore”.
Y es que la emergencia sanitaria que se vive en el norte del país es hoy una preocupación tan importante, o incluso mayor que la propia reconstrucción de las zonas afectadas por el Niño Costero que golpeó con fuerza entre los meses de febrero, marzo y abril de este año. Solo en Piura ya han muerto 19 personas víctimas de dengue.
El control del dengue: rasca, lava y tapa los recipientes
Las autoridades del sector salud tratan de controlar el dengue que mantiene en vilo especialmente al norte del país. Sin embargo, las críticas al manejo de este problema de salud público son muchas y vienen principalmente desde los afectados, como lo corrobora la señora Carmen.
Liz Medrano, promotora de Gestión de Riesgo de Desastres de Ceproda Minga, una organización que viene buscando mejorar los protocolos de información sobre el dengue que llegan a la población, trabaja de la mano con los comités comunitarios de defensa civil de Tumán. Medrano considera una gran omisión de las autoridades de salud no involucrar a la población local en las medidas que se están tomando. “Las personas se resisten a la fumigación porque no reciben los mensajes pertinentes. Tienen miedo que afecte a su salud”.
Según cuenta Medrano, se dan mensajes contradictorios que confunden y generan resistencias a tomar medidas preventivas: muchas personas con las que hemos conversado nos han contado que cuando se fumigó el centro de salud cerraron todo el día. Sin embargo, cuando se fumigaron algunas de las casas se pidió a los vecinos que salgan solo una hora. “Por ello el temor. Además, se han dado casos de personas asmáticas que han tenido crisis después de una fumigación y esto basta para que en la próxima fumigación aumente el número de renuentes”, sostiene.
En una reunión multisectorial, los comités comunitarios propusieron elaborar esquelas con la información necesaria del proceso de fumigación: contenido del químico con el que se nebuliza, acciones antes y después de la fumigación, tiempo de espera, información de los fumigadores, fecha y hora exacta de la acción. Esta propuesta –dice la promotora- no se tomó en cuenta. “Como resultado, solo se logró fumigar el 53% de las viviendas de Tumán y no hay un protocolo que permita tomar en cuenta la participación comunitaria, siendo la confianza de los vecinos/as es fundamental”, dice.
Tres son los mensajes clave que deben darse a la población y que en la experiencia de Ceproda Minga tienen éxito, pues los sectores donde existen comités comunitarios de Defensa Civil, reportan hoy el menor número de casos de dengue: rasca, lava y tapa los recipientes donde juntas agua y no olvides dejar en el recipiente el Abate (larvicida). Además, elimina inservibles que son criaderos del Zancudo que transmite el dengue.
Sistema comunitario de alerta temprana en Tumán
Llegamos al sector Acapulco de Tumán y conversamos con Nela Callirgos, vicepresidenta del comité comunitario de Defensa Civil de este sector. En la puerta de su casa funciona uno de los puntos de alerta del comité y el día de nuestra visita la bandera que flamea es roja en señal de alerta máxima para quienes viven o llegan a este distrito.
“Los colores de la bandera son de acuerdo al grado de casos de dengue y en función del riesgo. Ahora estamos en color rojo para informar que hay varios casos de dengue. En este sector se han reportado más de 5 casos pero en todo Tumán hay 742” explica.
La bandera roja está en los seis sectores donde existen comités comunitarios de Defensa Civil. Tres de ellos tienen implementadas radios comunitarias que les permiten informar a la población sobre los casos de dengue y cómo prevenirlos.
“La idea es que se multiplique la información en la zona para que se tomen las precauciones. La población debe saber cómo prevenir y evitar criar zancudos en casa. En Tumán la oferta de salud se reduce a un centro médico que es una casa y no puede abastecer la demanda de la población, y al hospital de campaña que acaban de abrir. Los que tienen más recursos, que son la minoría, van a un hospital y pagan”, cuenta.
La reconstrucción
Carlos Balarezo Mesones, jefe del Centro de Operaciones de Emergencia Regional (COER) de Lambayeque, confía en que las autoridades de salud controlen el rebrote de dengue. Nos cuenta que hay 1300 personas en los albergues de Lambayeque. Además, que se estiman unas 6000 viviendas destruidas. “Esta cifra es en base a la evaluación de daños y análisis de necesidades que han presentado los municipios pero se les ha solicitado que nos envíen una evaluación de daños definitiva que nos permitirá contar con información más real”, explica.
EL COER almacena y organiza la ayuda que debe llegar a diferentes distritos. De acuerdo con Balarezo, se envían kits de alimentos a 1300 personas damnificadas, aproximadamente dos veces por semana. Sin embargo, recorriendo diferentes puntos de Lambayeque, como Illimo, no es difícil darse cuenta que la ayuda sigue sin llegar a todos los que la necesitan. Además, que los actos de solidaridad que soportaron en buena parte el hambre y la sed de miles de damnificados se va reduciendo cada día.
Contacto para medios
Cecilia Niezen Oficial de Comunicaciones Oxfam en Perú
Correo electrónico: cniezen@OxfamAmerica.org.